Sorprende que las empresas con nombre o marca en catalán, cuando abren tienda o delegación en Madrid, la mayoría castellanizan el nombre para ocultar su origen y ... los habitantes de Madrid no se molestan con este desprecio.
El Deutsche Bank no pasa a ser el Banco Alemán, el Citibank no se convierte en el Banco de la Ciudad cuando se instala en Madrid y ciertamente los coches Volkswagen no pasan a ser re-nombrados CochesDelPueblo. Porqué los Ingleses y Alemanes al igual que casi todo el planeta, conocen que la sociedad española es una sociedad abierta, democrática y plural y, por lo tanto, saben que en Madrid no van a sentirse ofendidos por mostrar sus orígenes. La gente en Madrid no deja de comprar un ordenador Apple, o un coche Mercedes, o contratar un seguro de Lloyds o una moto Japonesa por culpa del país donde se ha fabricado.
Actualmente las empresas sólo se ocultan, o alteran su nombre, cuando quieren posicionarse en sociedades claramente subdesenvolupadas, que han sufrido genocidios o participado en guerras recientes. Por ejemplo una empresa Croata en Serbia, cualquier empresa en Corea del Norte, una empresa USA en Afganistán o Irak, una empresa Turca en Armenia, etc. Pero excepto en estos contados casos, las empresas no se plantean que tengan que cambiar su nombre para evitar molestar u ofender a la población. Como mucho, ocultarán un poco su procedencia para simular que vienen de un país con una tecnología más alta. Pero no porqué les vayan a romper los cristales, o boicotearles o insultarles. Esto ya no ocurre en las economias occidentales y si alguno piensa que la población de Madrid es tan primitiva e ignorante como para retomar estos actos de vandalismo, es que realmente hace muchos años que no visita esta cosmopólita ciudad.
La sociedad española ya no es la del motín de Esquilache. Hace muchos años que dejó atrás los estereotipos y prejuicios del imperio español incluso los del franquismo. Esto lo sabe todo el mundo (excepto cuatro o cinco fanáticos).... y... algunos empresarios catalanes.
Estos empresarios tratan a la gente de Madrid como si fuesen habitantes de un país de pandereta o, de una republica bananera tercermundista en la que tienes que ocultar tus orígenes, sonreír siempre al dictador, bajarte los pantalones y reirle todas las gracias para que su corrupta estructura te conceda un contrato; aunque interiormente pienses que ese tío es un imbécil y el país un desastre.
Algunos empresarios catalanes hacen justamente esto... ¡pero en Madrid!. En pleno centro de Madrid. Altivamente les dicen a los Madrileños que no confían en ellos, que no creen que por tener una cultura un poco diferente, se les trate igual. Que en Madrid son unos ignorantes, analfabetos y violentos y que por esto no van a poner su autentico nombre, por miedo y ... ¡los habitantes de Madrid van y aplauden el insulto!.
La vida está llena de sorpresas.